14 abril 2012

14-04-12 Monte Kurama


Según nos pusimos en marcha hoy, partimos camino del templo Toji, para poder disfrutar del tradicional mercadillo que se monta allí todos los sábados... Todos los sábados? Ja. Nuestra información era errónea y solo lo ponen el día 21 de cada mes... Así que con las mismas, vámonos de vuelta y camino para el monte Kurama.
Para llegar allí tuvimos que ir andando casi media hora hasta llegar a una parada de ¿tren? ¿metro? Bueno, una cosa de esas que va bajo tierra, pero que no es metro porque no son las líneas del metro... En fin. Luego otro metro de otra compañía ya hasta el monte Kurama.



La visita al monte fue muy chula. Había estado lloviendo por la mañana y en el monte olía fenomenal. Además como había nubes no hacía demasiado calor, que para las cuestas se agradece. 
Fuimos subiendo un poco cada uno a nuestro ritmo. Yo pensaba hacer lo que había hecho las otras dos veces, subir y bajar por el mismo sitio, pero alguien se fijó que en el plano se puede bajar por otro lado, así que hicimos el recorrido completo. Había bastante poca gente, algún excursionista con mochila y poco más...


Al llegar al final del recorrido tuvimos que andar un par de kilómetros por la carretera para llegar a la estación de tren. No era la estación de llegada, sino una intermedia, así que tuvimos la disyuntiva de ir hacia adelante o hacia atrás. Eran las dos y media de la tarde, así que decidimos ir hacia atrás, que estaba más cerca, para poder comer en el pueblo de Kurama. Allí que nos fuimos otra vez andando, otros dos kilómetro por carretera.

Al llegar allí ni restaurantes, ni sitios donde comer ni nada de nada... Así que con las mismas, de regreso de Kyoto, donde llegamos a las cuatro de la tarde, sin comer, y no nos quedó más remedio que meternos en una especie de McDonalds local que había en la misma estación de tren, ya que a esas horas estaba todo cerrado...
A partir de aquí el grupo de tomó la tarde libre, nos dividimos y cada uno hizo lo que quiso. Yo me junté con Peque, Aitor y Alejandro y primero fuimos a ver un templo con sus jardines, que estaba a cinco minutos andando.



Luego cogimos el ¿tren?¿metro? y nos bajamos cerca de las galerías comerciales de Shijo, donde hicimos alguna comprita de los dichosos encargos, para acudir, a las siete, tal y como habíamos quedado, a la esquina de Gion, con Miguel Angel y José Alberto, para hacer fotos nocturnas por este barrio típico. El paseo fue muy agradable con todas las casitas iluminadas por faroles que parecía que te habías trasladado a la edad media japonesa...
Después de deambular a nuestro placer por la zona, al final llegamos un poco tarde al reencuentro con el resto del grupo. Nos falló el entusiasmo y el tráfico.
Y tras una buena cena de comida japonesa, al hotel a descansar del duro día...

No hay comentarios:

Publicar un comentario