03 marzo 2024

12-08-2023. Últimas visitas en Hanoi y vuelta a casa.

 

Aunque era nuestro último día, todavía nos quedaban visitas pendientes, así que después de desayunar cogimos un grab hasta el Templo de la Literatura. Después de lo que llevábamos visto, no nos llamó tanto la atención. Pillamos la inauguración de una exposición, con el artista presente, lo que le dio algo de vidilla a la visita.



Desde aquí nos acercamos andando al mausoleo de Ho Chi Minh. Había bastante cola para el control de la entrada, que era gratuita, pero tenías que pasar por un arco de seguridad. Adela prefirió quedarse fuera a la sombra. Una vez dentro del recinto estuve trasteando viendo lo que es el mausoleo en sí, y la pagoda de pilar único.



A la salida nos volvimos a coger un grab para volver al hotel. Adela tenía mucha maleta que colocar, con todas las compras de regalos para los familiares que había hecho. Yo estuve dudando de si quedarme, pero al final cogí otro grab y me acerqué a ver el templo Quan Thanh. No fue nada del otro mundo, pero paré ahí porque quería ir andando a la cercana pagoda de Tram Quoc. La pillé cerrada, así que solo pude hacer un par de fotos desde el exterior.


Después de esperar más de media hora a un supuesto grab al que siempre le quedaban cinco minutos para llegar conseguí que me cogiera otro coche y me llevara de nuevo al hotel. Adela había adelantado mucho de su maleta, pero como vio que aún le cabían más cosas salimos de nuevo a rematar compras. Nos acercamos a comer al pizza 4 p’s, que después de quedarme sin cenar la noche anterior había reservado a través de Google.

La hora de ir al aeropuerto se nos fue en paseos por tiendas y mercadillos. En el hotel fueron tan amables de dejarnos duchar para ir bien fresquitos al avión cuando fuimos a recoger las maletas. Y así termina el relato de otro buen viaje a un destino largamente pospuesto y que no nos defraudó.






02 marzo 2024

11-08-2023. Segundo día de crucero y traslado a Hanoi.

 

El plan del día era parecido al del día anterior: seguir navegando y haciendo kayak. La noche ya la habíamos pasado en la zona de la bahía de Ha Long, y se notaba que el agua tenía muchísima más suciedad: restos de corcho blanco, botellas y plásticos.

Tras un rato de navegación de regreso tuvimos la oportunidad de volver a hacer kayak, pero Adela y yo preferimos quedarnos descansado. En ese rato cayó un chaparrón tremendo, y estuvimos tan a gusto viendo llover bajo el toldo de la cubierta.


El barco siguió navegando de vuelta, hasta que a las tres, según lo previsto, llegamos al puerto. Nosotros teníamos el traslado a las tres y media, así que con el tiempo justo, pero tranquilos, llegamos a las oficinas para coger todo nuestro equipaje que había quedado allí depositado. Al contrario que a la ida, que el bus subió al ferry, en esta ocasión nos bajaron, cogimos el ferry por nuestra cuenta, y en la otra orilla nos cogió un nuevo bus que fue el que nos llevó hasta Hanoi.

En teoría nos tendrían que haber dejado en nuestro hotel, pero era viernes por la noche y el atasco era monumental, así que no nos quedó más remedio que ir andando el último kilómetro, arrastrando todas las maletas. Era nuestra última noche en Vietnám, puesto que al día siguiente volábamos, así que nos aviamos rápido para rematar las compras que nos quedaban, en tiendas que habíamos fichado el primer día al llegar.

Intentamos cenar en el pizza 4 p’s, pero estaba hasta arriba, y sin reserva era imposible, así que nos tuvimos que ir a otro sitio. Y cuando empezaron a cerrar las tiendas no nos quedó otra que volver al hotel.

01 marzo 2024

10-08-2023. Primer día de crucero por Cat Ba.

 

A pesar de que la simpática de recepción me dijo que Canon Fort solamente lo abrían por la tarde, y dado que para salir al crucero habíamos quedado a las once en las oficinas de Cat Ba Ventures, decidí madrugar y acercarme a ver si había suerte. Sobre todo porque no tenía nada mejor que hacer. Había leído en las opiniones de Google que solía haber un pirata que te cobraba entrada de forma ilegal. Y efectivamente, allí estaba. En cuanto me vio aparecer salió corriendo. Yo me hice el loco a ver si colaba, pero no coló. Y como a mí lo que me interesaba era hacer la visita pues pasé de discusiones, pagué y entré. En total estaría algo menos de una hora. Sí que me gustó la visita. Adela prefirió quedarse durmiendo.





De vuelta al hotel me duché y bajamos a desayunar. Luego a empaquetar todo para el barco. Solamente llevábamos lo imprescindible para una noche en el crucero. El resto quedaría en las oficinas de la empresa. Poco a poco fue llegando la gente y la verdad es que nos juntamos un grupo muy majo.

Nos llevaron a los muelles en un minibús y allí montamos en un barco solamente para pasar el día. Nos llevaron a una “piscifactoría” que nos pareció bastante interesante y luego empezamos a navegar. Al rato pararon para que la gente se bañara. Ahí nos estuvimos tirando al agua desde el techo del barco. Me lo pasé pipa.









Después de comer salimos con los kayaks, como una hora y media, hasta una playa de arena fina fina. La vuelta ya la hicimos al barco donde pasaríamos la noche. El camarote tenía una pinta estupenda. Pasamos la tarde de charleta, entre chaparrón y chaparrón, hasta que llegó la hora de cenar, mientras seguíamos navegación por esos escenarios que tantas veces habíamos visto en fotos. La verdad es que disfrutamos un montón. Después de una buena tertulia pusimos fin al día.

29 febrero 2024

09-08-2023. Traslado a Cat Ba.

 

Este día no tuvo mucho misterio. Después de desayunar nos llevaron en moto hasta la plaza donde salía el bus. Este bus no estaba mal. Tras unas tres horas de trayecto nos montaron en un ferry (bus incluido) para llegar hasta la isla. Cruzar nos llevaría otra media hora. Aprovechamos para salir del bus y dar un paseo por el ferry, disfrutando de la navegación. Todavía nos quedaba otra media hora dentro de la isla hasta llegar a destino.

El bus empezó a hacer distintas paradas dejando a la gente en sus hoteles. En el nuestro la chica de recepción no fue especialmente agradable, y siendo la primera (y única) vez que nos pasaba, nos llamó la atención. Estaba más interesada en colocarnos el crucero que en darnos la habitación y resolver nuestras dudas.

Aquí ya se notaba el bochorno del mar, después de varios días en el interior, y encima en las montañas en Phong Nha. Sin mucho más que hacer, y con el calor que hacía, nos dedicamos a remolonear toda la tarde. Nos acercamos a una joyería a cambiar algo de dinero, y a última hora, cuando el sol ya se escondía, dimos una vuelta por el paseo marítimo, después de ir a la agencia de viajes con la que íbamos a hacer el crucero a pagar el resto de la reserva. Solo nos quedaba cenar.



28 febrero 2024

08-08-2023. Visita de Mua Cave, barca en Trang An, templo Thai Vi, pagoda Bich Dong y valle de los pájaros.

 

Bien temprano, después de desayunar y para huir en lo posible del calor, nos acercamos en moto alquilada en el alojamiento (hoy ya sí), a Mua Cave. Al llegar a destino se nos plantificó un tipo en medio de la calle, vestido de “policía”, al que casi atropello, diciendo que no podíamos seguir y que teníamos que dejar la moto en el parking. No tuve los reflejos suficientes para esquivarle y seguir adelante, así que como ya había frenado, y aunque todavía quedaba un tramo hasta llegar al hotel donde se ubica Mua Cave, dejamos la moto allí. Esto al final nos vino bien (o mal, según se mire), ya que pudimos ver las tiendas que había de camino y que de otra manera hubieran pasado desapercibidas. Tiendas en las que a la vuelta tuvimos que entrar y comprar.

Después de comprar las entradas, y con una relativa tranquilidad, comenzamos a subir. El truco es coger una velocidad lo suficientemente elevada como para que no te eternices, pero no tan rápida como para llegar sin aliento (vaya obviedad acabo de decir). A esas horas no había demasiada gente, y el calor todavía no apretaba, así que no tardamos mucho en subir. Adela no quiso subir hasta arriba del todo y se quedó en la bifurcación para las dos cimas. Yo sí que subí, y arriba, con la brisa, se estaba estupendamente.

Adela también estaba estupendamente, a la sombra y viendo llegar a todo el mundo sin resuello. Luego subí a la segunda cima, desde donde se ve la laguna con el campo de lotos.






Había que seguir el día así que nos bajamos, y ya empezaba a subir bastante gente. Se notaba que hacía más calor. Al llegar abajo nos dimos un paseíllo por la laguna con los lotos y luego, tras hacer unas compras en las tiendas, seguimos con la moto al siguiente destino, el paseo en barca en Trang An.

Al preparar el viaje iba con dudas de dónde hacer el paseo en barca, si en el propio Tam Coc o en Trang An. Al llegar allí la duda quedó resuelta: en Tam Coc las barqueras estaban de huelga, así que nos fuimos a Trang An. Yo me lo esperaba bastante más rústico, pero está súper bien montado y organizado. Elegimos la ruta 2, y como las barcas son de cuatro plazas, nos tocó compartirla con un matrimonio español de una familia con tres hijas, que iban en otra barca.

El recorrido nos gustó muchísimo, y como íbamos de charleta con el otro matrimonio pasamos un rato estupendo. Incluso pudimos ver varios zampullines al final del recorrido.









Nos acercamos a comer al pueblo, ya que el siguiente punto estaba bastante cerca: el templo Thai Vi. Después de lo que habíamos visto hasta ahora, este templo nos decepcionó un poco. A mi modo de ver, no merece la pena la visita. Le salvó un poco que estaban haciendo una ceremonia, pero poco más.


Desde aquí enfilamos a la pagoda Bich Dong, donde visitamos sus tres niveles. Sin ser gran cosa, no estuvo mal. Como pasa en muchos de estos sitios, es mejor el entorno que la pagoda en sí.




Y ya, por último, y un poco fuera de hora, nos acercamos al valle de los pájaros Thung Nham. Llegamos por los pelos, ya se estaba haciendo de noche, pero además yo elegí dar la vuelta al lago por el lado equivocado, un lado que no tenía salida, así que cuando quise coger el camino bueno ya era casi de noche. Fue un poco frustrante que por mi mala cabeza no lo pudiéramos ver bien. Por lo menos el camino hasta llegar al valle fue bastante chulo.



De vuelta en el pueblo devolvimos la moto y nos acercamos a cenar. Al día siguiente teníamos traslado de nuevo.