18 marzo 2016

18-03-16. Onsen, Mitsuishi, Nobaru Arch.



Y así, sin prácticamente haberme dado casi ni cuenta, hemos llegado al fin del buceo. Es por eso que a pesar de haber descansado bastante bien, hoy estaba un poco tristoncillo, porque me ha gustado bastante más de lo que esperaba, y algo para mí importante, he quedado muy contento con las fotos. La primera inmersión la hacemos en la cercana isla de Taketomi. Es una inmersión curiosa, más que bonita, ya que es un onsen natural, un manantial de agua caliente que intentó ser explotado pero lo dejaron a medias. Así que se ven las tuberías cortadas. El agua sale realmente caliente, y estamos un rato tan a gustito. La visibilidad no es muy allá, pero vemos alguna cosa interesante. 




Para la segunda inmersión nos vamos acercando a la isla de Iriomote. No está mal, pero no puedo evitar pensar en el cercano final. No obstante voy a sacar una de las mejores fotos del viaje.






Hoy para comer toca udón, los fideos cuadrados, deliciosos, como todas las comidas de estos días. 

Y ya en lo que llegamos a Idiomote se nos hace la hora de la última inmersión. Es bastante completa. Entramos en una caverna con un juego de luces bonito, vemos un nemo, el coral y la visibilidad está bastante bien. Hay también varios gobios de fuego y dardo de aleta negra.





Ya llega la hora de recoger. Los del centro de buceo me hacen el favor de quedarse ellos con el equipo escurriendo en su local, para que mañana lo tenga más o menos seco, por la falta de sitio que tengo yo en el hotel. Así que nos acercamos allí a pagar y a endulzar. Mientras estoy sellando el libro de inmersiones la chica japonesa con la que he coincidido ayer y hoy se acerca a mirar el número de inmersiones que llevo, y al ver que con la última he llegado a las 300 lo comenta, y rápidamente me preparan un cartel de celebración.
 
Después de esta simpática despedida me acercan al hotel, donde toca la rutina de siempre. La tristeza durará poco ya que mañana me junto con la panda…

17 marzo 2016

17-03-16. Buda Head, Osaki Purple Queen Reef, Manta city.



Pues nada, que se me está resistiendo. A las cinco y media con el ojo abierto, y luego a esperar a levantarse a las ocho. Hoy en la furgoneta aparece una familia alemana de cuatro, padre, madre, hijo e hija. Son un poco julais. Como en la publicidad del centro dicen que cuatro personas por guía me pregunto si me van a meter con los alemanes o  me voy a ir con Tomo, el capitán, que de inglés anda más bien escaso. Cuando llegamos al barco hay una chica japonesa, y me explican que efectivamente hoy me toca con Tomo. La verdad es que no enterarme de nada en los briefing me da un poco lo mismo. La cosa es que dentro del agua este tío resulta ser una maravilla buscando bichos, a mí no me importa que luego no me sepa decir el nombre en inglés.
La primera inmersión la hacemos en un sitio llamado Buda Head, ya que según dicen hay un coral que tiene forma de cabeza de buda. Bueno, si le echas imaginación puede que se tire un aire. La visibilidad es peor que estos días de atrás, pero bueno, aun así vemos cosas interesantes. Hoy es el día de los gobios de fuego. También vemos un coral llenito de peces semitransparentes. Es curioso que solamente están en un coral y no en los de los alrededores…









Cuando acabamos nos acercamos al puerto a comer, hoy a las once y media. Aprovechamos para coger a otro señor que se unirá a nuestro grupo. Hoy toca arroz con curry. 

En la segunda inmersión nos acercamos a la zona de las sepias, que acuden a desovar en inverno. Primero vamos en busca de una tortuga que debe estar siempre durmiendo por la zona. Luego ya nos acercamos a las sepias. Impresiona el tamaño que tienen. Y muchos peces tropicales de arrecife.





Y para la tercera nos acercamos de nuevo al manta point. Ayer comentaba que me daba miedo caer en la rutina y que me dejasen de impresionar estos animales. Pues de momento nada de nada. Además hoy Tomo me ha colocado (porque ha sido a mí) bastante más cerca que estos dos días, y ha sido sencillamente espectacular, cuando te sobrevuelan a escasos dos metros por encima de tu cabeza. Sin ninguna duda, el mejor día de los tres que he venido. Si el primer día se presentó una y el segundo día dos, hoy eran tres, lo que añadía continuidad a su movimiento.







Este es el sitio donde ayer se me cayó la luz de enfoque, y nada más llegar al sitio donde vemos las mantas, el amigo Tomo me la da. Resulta que se ha tirado un poco antes, en lo que nos preparábamos nosotros, y la ha encontrado. Ya digo que es un fenómeno… De momento el balance de estos cinco días está siendo más que positivo, a pesar del frío de los primeros días. Como hoy hemos hecho dos inmersiones después de comer llegamos algo más tarde al puerto, y me castigo sin siesta a ver si esta noche ya caigo como debe ser.

16 marzo 2016

16-03-16. Nagura Bay, Okinone Reef, Manta City.



Bueno, parece que la cervecilla de ayer ha hecho su efecto y hemos dormido algo más. Tras el desayuno de rigor, y puntuales como siempre nos dirigimos al barco. Hoy el viento vuelve a soplar del sur, así que enfilamos hacia el norte, como el primer día. La guía me pide disculpas por tener que repetir inmersiones, pero a mí no me importa. No las disculpas, sino el tener que repetir. Se conoce que los biólogos marinos tienen bastante interés por ir al primer sitio, Natura Bay. El jardín de coral que hay allí debe ser famoso por cómo se recuperó de una plaga de estrellas corona de espinas hace cinco años, muy voraces y que casi acabaron con él. A mí me encantó el otro día y hoy no me ha vuelto a decepcionar. Además estamos a muy poca profundidad y hacemos una inmersión de más de una hora. Cuando me aburro de los corales me dedico a hacerles fotos de carnet  a los peces.
 








A continuación nos vamos a ver las mantas, pero una regla local dice que no puede haber más de cinco barcos anclados a la vez, y debe haberlos, así que la dejamos para después de comer. La que hacemos en su lugar a mí me encanta. Es una pared vertical (como casi todas las paredes) que baja y baja… Nos quedamos a 20m. pero es de estas que como no estás sobre el fondo realmente siente que estás volando. Además aquí veo mi primer nemo. No el primer pez payaso, sino el primer nemo verdadero.





Para la comida hoy toca soba, deliciosa, como todas las comidas. Hoy además no hay aire apenas, y ha subido la temperatura, así que no paso frío y estoy tan a gusto. Tanto que incluso me quedo ligeramente traspuesto con el traje puesto, después de comer. 


Pero ahora sí que ya no queda otra que acercarnos al manta point, y esta vez sí se puede. Va a ser mi cuarta vez con estos animales, y me da un poco de miedo que pierdan ese aire majestuoso a fuerza de verlos. No obstante en esta ocasión siguen maravillando. Además tenemos la suerte de ver dos juntas. A pesar de eso la inmersión es un poco aburrida, en el sentido que llegas al sitio de las mantas, te pones de rodillas en el suelo y a esperar. No te puedes mover de allí. Cuando cumple el tiempo, de vuelta al barco.





Al subir me doy cuenta que he perdido la luz de enfoque. Keiko se tira al agua durante diez minutos para buscarla, pero no aparece. Se me debió caer al subir al barco, ya que la rosca se aflojaba continuamente. De vuelta al hotel, la rutina de las tardes, un poquito de siesta, pero hoy el paseo me lo doy más largo, de casi una hora. También tengo cervecita de cena… A ver si duermo bien que mañana me pasan a buscar una hora más tarde…