18 abril 2016

25-03-16. Sengakuji, Meiji Jinja y último entrenamiento.



Hoy era el último día del viaje, y todavía nos quedaba la tradicional visita al templo de los 47 ronin, así que para allá nos dirigimos. Después de las ofrendas de incienso la mayor parte del grupo pasó al museo. Rubén, Cristina y yo, que ya lo habíamos visto y no teníamos gran interés, nos fuimos al Meiji Jingu, el que no pude ver el primer día con Aitor. Es un sitio bastante famoso, pero que a mí personalmente no me acaba de convencer. Pero como hacía bastante que no iba y no tenía un plan mejor me pareció una buena opción.






Una vez concluida esta visita me separé de nuevo de ellos, y ya solo me dirigí a Ameyoko a por las últimas compras pendientes (el famoso SKII). Aproveché también para pasar por el templo de Marishiten que hay allí mismo. No quedaba mucho tiempo, porque había quedado a la una en la estación de Ueno para ir a entrenar de nuevo con Noguchi, así que pasé por el hotel a cambiarme. Yo iba decidido, lo que pasa que el llegar a la estación me encontré con un grupo grande que tenían el plan de ir a ver el parque de Ueno, que yo tampoco había visto, así que cambié sobre la marcha y no fui a entrenar. Primero comimos, al ser nuestra última comida en Japón, en un Kaiten Sushi, y luego el paseo por el parque, donde algunos cerezos ya estaban empezando a abrirse.





Todavía nos quedaba el último entrenamiento, así que de nuevo a Noda, a disfrutar de la vitalidad del abuelo. Al terminar, de vuelta en Ueno, ya tocaban las despedidas, por un lado con los que se quedaban, y por otro lado con los que se iban, pero en otros vuelos. Lo celebramos cenando en un Kaiten Sushi…

17 abril 2016

24-04-16 Santuario Nezu, Shichifukujin Meguri y entrenamientos de nuevo.



El día empezó lluvioso, y así se mantuvo toda la mañana, a ratos pinteando y a ratos lloviendo más fuerte. En el viaje de este año Aitor se ha pegado una currada descubriendo sitios y actividades nuevas que han estado muy interesantes. Este día el grueso del grupo se marchó a ver Nikko. Los que quedamos iniciamos las visitas juntos. El primer templo que visitamos fue el santuario Nezu. Estaba bastante cerca andando del hotel, un cuarto de hora, y en una zona que no habíamos ido nunca.



A partir de aquí nos dividimos, y Mauri, Alberto y yo nos dirigimos a Asakusa para hacer el Shichifukujin Meguri, la peregrinación de los siete sabios de la buena suerte. Es un recorrido por nueve templos, en el primero te compras una tablilla y en el resto te van poniendo el nombre de los templos con un sellito, y cuando completas la tablilla queda bien chulo. A pesar de que nos pilló lluvia, pasamos un buen rato.




Eso sí, al final nos tocó ir a la carrera porque llegábamos tarde a la cita con Kaskos. El plan era ir a entrenar con Nagato y Noguchi. Kaskos andaba nervioso porque íbamos a llegar tarde. Nosotros tan tranquilos, pensando que empezaba a las tres de la tarde, nos sobraba tiempo. Cuando llegamos a la última parada del tren y nos dice que no, que empieza a las dos y media es cuando nos entraron las prisas a nosotros… No obstante llegamos pronto. Justito pero pronto.





Esta vez la comida la hicimos al lado del Saizeriya, en el Coco’s, por antojo de Alberto. Son totalmente similares, y aunque la comida estuvo bien yo estuve casi media hora esperando al postre, que me tocó comer a la carrera porque no llegábamos con Noguchi. El entrenamiento, genial como siempre.






A la vuelta a Ueno nos encontramos con la gente que había estado en Nikko, y lo habían pillado nevado. Me dieron envidia, porque las fotos eran bien chulas, pero mi día también había estado bastante bien. Así que para celebrarlo, nos fuimos al Kaiten Sushi.