10 abril 2012

10-04-12 Sur de Kyoto


Después de descansar más o menos, ya que la habitación del hotel es minúscula no, lo siguiente, y la cama de 1,20 para Miguel Angel y para mi, nos pusimos en marcha en dirección del templo Toji, que pilla en la parte sur de Kyoto, cerca de donde nosotros tenemos el hotel. Allí anduvimos un buen rato deambulando por las distintas partes del templo, haciendo fotos como locos a los cerezos en flor y pasando el rato traquilamente. Este templo tiene una parte muy grande que no es de pago, pero luego tiene otra parte de pago donde hay unas estatuas de budas, de 800 años de antigüedad que son Tesoro Nacional y que merece la pena visitar. Además desde la zona de pago se tienen las mejores vistas de la pagoda de cinco pisos, las más alta de Japón.




En este templo también esperaba encontrar unas láminas que me habían encargado ya hace cuatro años y que entonces no pudo ser porque estaban en obras... Pues bien ahora tampoco ha podido ser porque lo que antes era un museo, que era donde las vendían, ahora se ha convertido en un hotel...
Después de este templo fuimos a la estación de Kyoto para tomar un tren que nos llevara al Fushimi Inari Taisha, el templo de los 10000 torii. Aquí también anduvimos un rato tranquilamente, dando un paseo bajo los torii, hasta que casi se nos hizo la hora de comer.





La comida la hicimos en los subterráneos de la estación de Kyoto, un okonomiyaki (tortilla) que además tenía espaguetti... Todo comida light.



A continuación visitamos los templos de Nishi Honganji y Higashi Honganji, más otro de propina que no estaba en el programa. Lo más representativo de estos templos son los grandes edificios para las ceremonias.


Como ya eran las cinco, hora de cierre de casi todos los templos, y estábamos relativamente cerca del hotel, nos acercamos a él para una sesión de sauna, lo único bueno que tiene...
Tras un rato de merecidísimo descanso, de vuelta al ataque. Lo primero, reservar los billetes de tren para los viajes de los próximos días. Luego nos acercamos a Shijo, unas galerías comerciales donde, dado la hora que era, cenamos en un buffet libre de pasta. Y para terminar, unas cervecitas en la calle, que hacía una temperatura estupenda.
Tras todo esto, de vuelta al hotel en autobús y a esperar a mañana, un largo día de viaje...

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