11 enero 2012

07 al 09-08-2010 Cenotes y Playa del Carmen


Todos estos días los pasamos en Playa del Carmen. El plan era básico: bucear por la mañana (yo) y paseo por la tarde. Adela, mientras yo buceaba, se dedicaba a pasear, a hacerse algún masajito y a quedarse en la cama un ratito (ejem) más.
Los dos primeros días buceé en cenotes. La península del Yucatán está horadada por una red de túneles cuyas bocas de entrada son los cenotes.
La verdad es que a mi el buceo en cenotes no me gustó. Iba con demasiadas expectativas, y no deja de ser una triste cueva, sin un pececillo ni nada. Una cueva. Además tienes que seguir obligatoriamente una cuerda que hay en el suelo, que indica el camino. No seguirlo puede ser peligroso, te puedes perder por las cuevas y quedarte sin aire.




Sí tiene estalactitas y estalagmitas chulas, pero es una cueva. Así que el primer día fue decepción total. Lo mejor del día fue que pregunté al chico que nos hacía de guía (un chico de Madrid) donde se podía comer bien en un sitio local, y nos mandó a un sitio a cenar, lleno de mexicanos, donde estaba todo estupendo.
El segundo día, aun sin acabar de gustarme, la cosa mejoró. Los juegos de luces del agua, alguna haloclina que atravesamos, y ya saber a lo que vas hizo que disfrutara un poco más.




Esta tarde nos acercamos a Xcaret, un parque temático que hay cerca de Playa del Carmen. La parada del combi nos pillaba cerca del hotel, y luego en 20 minutos llegamos. Pasas bajo la carretera y allí mismo te coge el “despeinado”, un autobús que te lleva a la entrada al parque.
El parque en sí no lo vimos bien, un poquito los manatíes y otro poquito las tortugas. Al llegar un poco tarde no nos dio tiempo, porque todo está enfocado al gran espectáculo nocturno. Es chulísimo.
Está dividido en dos partes. La primera trata de narrar lo que fue la conquista. Primero están las indígenas tan chulos, con sus ritos, sus cultos y sus cositas, jugando a la pelota (que vaya paliza se llevan los que hacen la representación) hasta que llegan los españoles y… bueno, ya sabemos lo que pasa…
La segunda parte es más animada. Es una representación de los distintos bailes regionales de los estados mexicanos, desde los que conservan más sabor criollo, a los mariachis, rancheras, bailes con el lazo… Espectacular… Sales entonando la musiquilla todo contento. Los bailarines, auténticos profesionales, nada cutre ni desorganizado.






Luego, de vuelta al pueblo, otra vez despeinado + combi, y nos dejó cerquita de nuestro hotel, así que tras una cervecilla, a descansar.
El último día de esta serie de tres el buceo fue distinto. En lugar de cenotes, Playa del Carmen, en mar abierto y lleno de peces y corales, donde disfruté como un enano. Y por la tarde, compras en Playa del Carmen.







2 comentarios:

  1. La verdad que es un lugar hermoso, mas alla de la vida nocturna que tiene, la belleza natural y todas las excursiones que hay para hacer son increibles, queria saber como te ha resultado el hotel al que fuiste, si era buena la relacion precio/calidad

    ResponderEliminar
  2. Perdona por el retraso en la respuesta. El hotel cumplió las espectativas. Era un hotel sencillo, sin servicio de comedor ni ascensor. Pero dentro de la habitación había una pequeña cocina en la que poder calentar la leche del desayuno, por ejemplo. Estaba a dos minutos andando de la quinta avenida, y muy cerca de una gran superficie comercial. Si volviera otra vez en las mismas condiciones, sin duda repetiría...

    ResponderEliminar