17 septiembre 2015

19-08-15. Blyde River Canyon y entrada al Kruger.


Nuestra primera tarea del día era cambiar de coche, así que nos dirigimos al aeropuerto para despedirnos de nuestro Ford Figo, con el que habíamos recorrido más de 2600 km. y que tan buen resultado nos había dado. A cambio cogimos un Kia Sportage, un coche más alto, más adecuado para ver animales en el Kruger.
El primer sitio donde paramos fue en el pueblo de Sabie, según estábamos pasando vimos un Spar y entramos a aprovisionarnos para los siguientes días en el parque. También aprovechamos para comprar fruta en el mercado, y alguna crema para las picaduras en la farmacia, que resultó realmente buena. Un poquito más adelante, a pesar de no ser de las recomendadas, paramos en las Mac Mac Falls (por el simple hecho de que me hacía gracia el nombre, más que el de Lisbon Falls) y bueno, sin ser la bomba, nos gustaron. Deberían llamarse Fall, porque solo hay una. Fue la única cascada que vimos. En el recinto hay un pequeño mercadillo con bastantes artesanías a buen precio. 


Desde aquí nos dirigimos al pintoresco pueblo de Pilgrims Rest, pueblo que conserva el sabor de tiempos pasados. Después de dar un pequeño paseo (tampoco nos sobraba el tiempo) al llegar al coche me encuentro a un fulano con una esponja dale que te pego, lavándolo… Y que son 160 rands… Anda largo de aquí, tío jeta, que le he sacado hace dos horas completamente limpio del alquiler, y ni está sucio ni te he pedido que lo laves… Pese a esta pequeña anécdota el pueblo nos gustó.






El siguiente punto eran los Bourke’s Luck Potholes. Aquí el gps volvió a hacer de las suyas, pero en esta ocasión nos favoreció. Nos metió por una pista de tierra roja, justo a la salida del pueblo, durante 25 km en lugar de por la carretera, pero salimos directos y nos evitamos retroceder a Graskop y su puerto de montaña. Aquí el coche sí que se llenó de polvo. En el Bourke’s Luck Potholes hay una especie de puesto de interpretación del Cañón, con una exposición (que no vimos), varias tiendas a la entrada (por las que apenas paramos) y un recorrido marcado que nos gustó bastante.



Continuamos hasta el punto más alejado al que íbamos a llegar, las famosas Three Rondavels, donde prácticamente fue tirar la foto y salir pitando.

Ya en el camino de regreso hicimos nuestra última parada en God’s Window, que casi nos pillaba de paso, y que sin duda mereció la pena.



Este fue nuestro recorrido por el Blyde River Canyon. Sabemos que nos dejamos varias cosas por ver pero el tiempo no nos dio más de sí. Nos gustó mucho lo que vimos y nos pareció suficiente.
Finalmente entramos al parque Kruger por la puerta de Phabeni, la que más cerca nos pillaba, a las 16:30, un poco justos para llegar hasta Pretoriuskop, nuestro primer campamento. Podríamos haber ido por fuera del parque hasta Numbi Gate, más cerca del alojamiento, pero preferimos recorrer el parque. De este modo recorrimos la S1, aunque sin apenas avistamientos. No nos importó. Grandes días estaban por llegar.

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