06 agosto 2011

05-08-11 Cuzco, el ombligo del mundo


Después de haber llegado con más de dos horas de retraso (lo que hizo que el viaje durara más de doce horas), el taxista de turno avisado por Angie nos estaba esperando para llevarnos a nuestro hotel. Más que un hotel, un hotelazo, con spa y todo. Al llegar bajé a desayunar y luego, como estaba muertecito, una pequeña siesta para ayudar a coger la ciudad con un poco más de fuerza. Primero nos dirigimos a comprar los tickets para el Valle Sagrado y los alrededores de Cuzco (ellos escriben Cusco, pero bueno...). Luego fuimos a disfrutar de la Plaza de Armas, muy grande y bonita. A continuación visitamos la Catedral, con un ticket (50 soles) que permite visitar además, la Iglesia de San Blas, la de la Compañía, y el museo de la Catedral. La Catedral en sí son tres templos, el de la Sagrada Familia, la catedral propiamente dicha, y el templo del triunfo. Con la entrada teníamos servicio de audioguía gratuito, así que nos llevó más de hora y media verla. Disfrutamos mucho de las explicaciones y de lo bonita que era. Eso sí, no dejan hacer fotos.




Al salir ya se nos había hecho la hora de comer, y en un sitio cercano, de esos que pocos turistas hay, dimos cuenta de unos platos peruanos riquísimos, y super barato (20 soles los dos). 


Una vez repuestas las fuerzas nos atrevimos a subir a San Blas. Por el camino vimos la famosa piedra de los doce ángulos. Está en muro enorme donde las piedras están encajadas unas sobre otras, sin ayuda de cemento ni argamasa.
Cuando llegamos a San Blas primero recorrimos las calles adyacentes. Es un barrio digamos que bohemio, con un montón de tiendas de artesanos (y algún perroflauta). La entrada a la iglesia la teníamos incluida en el ticket de la catedral, y también disfrutamos del servicio de audioguía. Es una Iglesia sencilla pero que tiene un púlpito espectacular.


Según fuimos bajando la cuesta fuimos entrando en más tiendecitas, preguntando precios y mirando opciones de regalos para todos. Tanto es así que se nos hizo un poco tarde para entrar en la Iglesia de la Compañía (por diez minutos). La verdad es que salvo las tiendas cierra todo muy pronto, a las 17:30. Así que emprendimos la vuelta al hotel. Nada más llegar nos llamó el chico de la agencia de viajes con la que íbamos a hacer el Camino Inca. Quedamos con él a las 19:00, y poco más nos dio tiempo a hacer. Se presentó puntual y durante 45 minutos nos estuvo explicando todas las cosas y resolviendo nuestras dudas.
Este día no dio más de sí, cansados todavía como estábamos del viaje en autocar de la noche anterior.

2 comentarios:

  1. ¡¡Eh!! ¿"Ande andáis"? Vosotros estáis el Alpedrete contándonos historias del Perú.
    No seáis vaguetes y poned unas fotos.
    Menos texto y mas fotos, ja, ja, ja.
    Besos y drogaros mucho.

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  2. de momento parece k os lo estáis pasando como enanos.
    me alegro, y espero k disfruteis del camino inca.
    un abrazote y un besetese respectivamente.

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