02 agosto 2011

31-07-11 Primer contacto con Lima

Descansamos lo que pudimos en la habitación que nos habían preparado con todo cariño Nacho y Angie. Las camas eran estupendas, pero el jet lag hacía trastornos, y a las 8 estábamos arriba. Después de un rico desayuno nos acompañaron a cambiar dinero. Todos los trayectos en taxi. Allí hay muchos. Tú paras a uno y le dices: cuanto por ir a este sitio? Y él te contesta. Si te parece mucho, le dices que no, y él sigue, y tú paras a otro…

Luego nos acercamos a un Wong, un supermercado muy bonito y grande, con una gran variedad de fruta tropicales que olían estupendamente y que llenaban de colorido las estanterías. También vimos los distintos “ajis“, que son una especie de pimientos de diferentes colores y sabores con los que luego cocinan un montón de salsas que acompañan a los “piqueos“, nuestra amiga Angie nos dijo que Perú es el país de las salsas. Y tampoco se quedaba corta la sección de panes y de tartas ¡que preciosidades en dulce! (cuña de Adela)...



Las afueras de Lima son un continuo de grandes almacenes, superficies comerciales, tiendas de bricolaje, tiendas de electrodomésticos… como lo quieras llamar. Después de dejar la compra en casa fuimos a otro de estos centros, uno nuevo muy cerca de casa de Nacho y Angie, el Jockey Plaza, a comprar los bocadillos para la comida. Este centro es enorme. En una de las secciones están todos juntos, el Subway (donde compramos el bocadillo), el Burger King, el Pizza Hut, el Kentucky Fried Chicken… 

Total, de nuevo de vuelta a casa (en otro taxi) a recoger las maletas, y luego a la estación de Cruz del Sur (otro taxi) para tomar por fin el autobús que nos llevaría a Nazca. Llegamos con tiempo, y tras facturar nuestras maletas (sí, aquí también) nos despedimos de Nacho y Angie hasta dentro de 15 días.
El autobús salió puntual a las 14:00. Nos tocaba un viaje de 7 horas. Al igual que el avión, a pasarlo viendo pelis y comiendo, ya que teníamos la comida incluida (y no nos acordábamos). Este autobús tenía dos pisos, nosotros estábamos en el superior, el más barato, pero bastante más cómodo que los españoles. Tenía suficiente sitio entre asiento y asiento para poder tumbarte sin molestar al de detrás. Finalmente llegamos a Nazca con un cuarto de hora de retraso sobre el horario. Tras descansar en el hotel Casa Andina y cenar los bocatas que habíamos comprado en Lima para comer, salimos a dar un minipaseo. Estábamos a una manzana de la Plaza de Armas y para allá que nos fuimos. Era domingo por la noche y estaba totalmente desangelada, así que con las mismas, de vuelta al hotel a descansar, que otra vez eran las 12:00. Aquí Adela tomó su primer mate de coca, muy rico y al que creo que se va a aficionar para evitar el mal de altura (espero que no tenga que desengancharla luego).

1 comentario:

  1. ¡¡Que ganas de veros el el blog!!!
    Adela, ¿que es eso que tienes en la mano?¿Que es eso, eh?
    ¿Como hace por alli? Viendo a Adela parece que pela de frío ¿a que no es para tanto, verdad, Nacho BILLOSLADA?.
    Bueno me alegro que esteis fenomenal, por cierto Adela, la coca te la tenías que haber tomado antes de montar en el avión, si es que.....
    Besos frescos desde aquí que otra vez que ha vuelto el invierno.
    Muac pa´2
    Rakel

    ResponderEliminar