18 julio 2015

16-07-15 Jetty y Blue Lagoon.




De nuevo salimos de la playa de Candidasa, a escasos 500m del hotel. Nos dirigimos en una embarcación local a la primera inmersión que hice, Jetty, que fue bastante fracaso por la corriente que había. Bueno, vamos a darle otra oportunidad. Nuestro guía lo define como un estercolero con trozos de oro. Y es verdad que es un estercolero. Es un pantalán, un muelle, que nunca se llegó a inaugurar. Cuando lo terminaron se dieron cuenta que no tenía el calado suficiente para que los barcos atracaran, y ahí quedó. Ahora solamente lo usan los pescadores desde el muelle, por lo que está lleno de plomos, anzuelos, zapatillas, ropa, porquería varia, en definitiva. Y la verdad es que en esta ocasión la cosa se ha portado. Varios peces rana, escorpión, piedra, y lo que más ilusión me ha hecho, hasta tres gambas mantis. Estamos más de una hora disfrutando, sin nada de corriente. Me he sacado una espinita, porque hablaban maravillas de este sitio.














Cuando salimos de la inmersión le comentan a Ludo que han visto mola mola en Blue Lagoon, así que para allá vamos. Tampoco tenemos suerte, pero también el arrecife es bastante bonito, hay variedad de nudibranquios, gambas, e incluso una tortuga con la que estoy un buen rato.






De vuelta al centro, hoy llegamos bastante antes, al ser las inmersiones cerquita, comemos justo enfrente y a las dos y media ya estoy de vuelta en el hotel. Hoy sí que sí, así que tras una siesta rápida nos acercamos a hacer snorkel. La marea está muy baja, y podemos ir casi andando, pero algún pececillo sí que vemos. A Adela la experiencia no le ha desilusionado del todo. Para recompensar a la campeona que está hecha, se va a dar un masajito, que además ha estado toda la mañana de compras atendiendo encargos.
Y luego, poco más, como siempre a cenar y a dormir.

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