16 julio 2015

15-07-15 Manta Point y Cristal Bay



A las ocho de nuevo me pasan a buscar. Hoy vamos a bucear a Nusa Penida, una isla que está situada al sur de Bali, a una hora de trayecto en barco. Pero primero tenemos que ir a buscar el barco, para lo que nos acercamos a Padang Bai en furgoneta. Aquí está lleno de mochileros y gente con maletas. Se conoce que es donde se coge el ferry de conexión para otras islas. Tardan un buen rato en cargar el barco, y ya por fin, nos dirigimos a Nusa Penida. Hacemos una primera parada en Cristal Bay, para mirar qué tal está la corriente, pero es demasiado fuerte y seguimos hacia Manta Point. Con este nombre, es fácil adivinar qué nos vamos a encontrar. Efectivamente, nada más entrar en el agua vemos varias, junto con un montón de buceadores. Tras estar cinco minutos viéndolas, nuestro guía, Ludo, nos dice que le sigamos. Yo al principio no lo entiendo, porque navegamos cinco minutos sin ver nada. Pero llegamos a otro punto en que empiezan a aparecer, y estamos solos. Menuda gozada, vienen por todos los lados. Me acuerdo de Maldivas, la inmersión de las mantas, llena de normas: movimientos lentos, pegados al suelo, sin acercarse mucho. Aquí no nos dicen nada. No hace falta, en este grupo hay respeto por los animales. Y hay tantas que llegan hasta a marear, no sabes por dónde te va a venir la siguiente. La visibilidad no es muy buena, y no vemos nada más, pero merece mucho la pena. 










Una vez terminada la inmersión nos acercamos de nuevo a Cristal Bay, porque nos dicen que han visto mola mola, y lo queremos intentar. No hay suerte. Lo que sí que hay son unas termoclinas terribles, baja el agua a 18º. No importa, el arrecife es tan bonito y está tan lleno de vida que salgo con la impresión de que hasta el momento es la inmersión que más he disfrutado. 



 




Así que otra hora de vuelta en barco, lo que hace que hoy lleguemos relativamente tarde al hotel. Cuando llego Adela me cuenta su día. Ha estado viendo la ceremonia en el templo. Hoy es un día importante en Bali, hay una celebración parecida a nuestra navidad, todo el mundo se pone sus mejores galas y van a presentar ofrendas en familia. La mayor parte de los sitios están cerrados. Y como Adela no puede hacer muchas compras, se va de cotilleo. 







Como ya digo, llego algo tarde. Habíamos quedado en hacer snorkel, pero cuando me despierto de la siesta prácticamente se ha hecho de noche y no merece la pena. Así que aprovechamos para enseñarnos las respectivas fotos, y nos acercamos antes al pueblo para cenar. Le quiero enseñar a Adela dónde está la oficina de cambio. Y como hay bastantes sitios cerrados tardamos en encontrar uno que nos convenza. Al final inauguramos la temporada del wareng, el establecimiento de comidas típico de Bali. No está mal del todo, y bastante más barato que los sitios turísticos. Así que nada, solo queda un paseíto de vuelta y a dormir.

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