20 marzo 2013

14-03-13. Miyaru Kandu. Guraidhoo Corner, Villivaru Giri.



A las seis otra vez arriba .Estas costumbres no me gustan nada, pero bueno, es lo que hay si se quiere aprovechar la luz del día. Para empezar, vamos a repetir la tercera de ayer, Miyaru Kandu, para ver tiburones. No tenemos tanta suerte de verles pasar, pero justo cuando estamos abandonando la cornisa para empezar a ascender vemos justo encima de nosotros como veinte ejemplares de tiburón de punta gris y de punta blanca. Toda la inmersión tuve problemas con la cámara, porque se me soltó la rosca que sujeta el flash a la cámara y estuve más pendiente de eso que otra cosa. Pero bueno, fue una buena imagen que se me queda en la retina. 





Después, ya os podéis imaginar. Desayuno, siesta de después de desayuno, acabo el fotolibro… Tareas varias antes de la siguiente inmersión. Mientras hemos estado navegando al Atolón de Male sur.
La segunda del día es casi copia de la primera. Nos asomamos a otro balcón a ver tiburones. No hay tantos como en la otra, pero justo cuando nos vamos a ir, Judith nos avisa insistentemente. Justo encima de nosotros hay una formación de rayas águila, un montón. Y justo al momento un napoleón enorme, pero no puedo hacer la foto porque se me cruza el italiano para hacérsela él… Pero bueno, otra imagen para la retina. Luego vamos haciendo la subida poco a poco por el arrecife.


Subimos y ya está la comida esperando. Hoy hay ganas de vicio, así que después de comer, al igual que después de desayunar, siesta. Dos siestecitas me que cascado hoy que me han dejado casi nuevo. A las 14:30 de nuevo a bucear, esta vez en un giri. No, no es un extranjero. Es como una thila, pero la parte superior está a menos de cinco metros de la superficie. Este es un pináculo de unos 50 m. de diámetro y vamos a nuestro aire, dando la vuelta, sin ningún tipo de corriente, con mucha vida de arrecife, mucho peces pequeños y muchas anémonas con peces payaso. Lo que más me ha gustado es que como hemos ido solos, hemos estado a nuestro ritmo.










Luego a descansar, a esperar hasta las ocho, hora en la que nos vamos a ir a la playa a cenar. Hay gente que se ha ido a las cinco y media, después de la inmersión, a pasar la tarde en la isla (desierta) pero yo creo que ya voy a tener playa suficiente por la noche y me quedo en el barco.
A las ocho nos llevan a la playa para cenar. La verdad es que se lo han currado mucho. Han preparado una escultura de arena de un tiburón ballena, muy chulo. También han puesto luces y velas. Hay un montón de comida, hasta una barbacoa. Nos sacan botellas de vino y allí estamos cenando en una playa de una isla desierta. Todo un lujo. Pero sentado en bancos y mesas de madera, nada de llenarte de arena en el suelo, eh… Y luego, cuando acaba la cena, empieza la fiesta. Han traído hasta equipo de música, con unos altavoces enormes. Y todos a bailar (yo casi no, pero bueno). Fue una buena experiencia ver a los chicos maldivos del barco cómo se divertían. Disfruté. Pero no aguanté mucho tiempo, a las once al barco, a dormir. Luego cuando vinieron estos debieron estar danzando, tirándose al agua, tocando la campana… Pero ni me enteré.

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