01 noviembre 2016

15-08-16. Segundo día en Bagan.



Aquí pongo el listado de los templos que vimos.
Upali thein
Kheminga
Eim ya kyaung nga myet hna (5 puertas)
Pueblito
Ananda
Mahabodi
Myet Taw Pyay Phaya
Mimalaung Kyaung
Descanso comida
Tha Kya Hi Paya (subir arriba)
Tha Gyar Pone Phaya
Min O Chanta
Sulimani
Pyathada (atardecer)
Tras el buen desayuno que nos brinda el hotel comenzamos la aventura. Recogemos la moto eléctrica y lo primero es darme un pequeño paseíto calle arriba calle abajo un par de veces para irle cogiendo el truquillo. Tras ver que aquello no tiene mucho misterio ya me atrevo con el pasajero. Con el gps del móvil en marcha nos ponemos en camino. Al principio me tengo que ir parando, orillándome en la carretera, cada 500 m. para ir comprobando el gps, si voy bien o no. Y eso que es una línea recta, pero no me fío de mí. Los dos primeros templos fueron una desilusión. Con todo lo que me costó llegar a ellos y resulta que ya los habíamos visto el día anterior y no los había tachado de la lista. Adela me decía, creo que aquí ya hemos estado. Y yo, no, no, es nuevo… Pero cuando los vendedores nos empezaron a decir, hola otra vez, ayer estuviste aquí… pude comprobar una vez más que la realidad es muy tozuda.



He de decir que hay que distinguir entre caminos asfaltados, caminos de tierra y caminos de arena, que no es lo mismo tierra que arena. Los de arena son los más chungos y hay que tener cuidado para que la moto no se desmadre. Más de una vez que hizo un extraño que tuve que echar pie a tierra (o a arena). Pero como vas muy despacio no hay problema. También pude ver cómo algunos descerebrados echaban carreras entre ellos con las motos, que se te cruza un niño, o una cabra o una vaca, y la has mangado.
En la búsqueda de una de las pagodas (que no llegamos a encontrar) acabamos en un pueblito por el que estuvimos zancasdileando entre sus calles, viendo cómo vive la gente. Fue un rato muy agradable que nos sirvió para ponernos un poco en contacto con la Birmania rural que no habíamos llegado a ver, y desconectar un rato de tanta pagoda.
Después fuimos al templo Ananda, uno de los grandes, donde aprovechamos para comprar un montón de regalos a bastante buen precio.


Tras otro par de visitas nos acercamos al hotel a dejar todas las compras y aproveché para darme un bañito. Mientras estaba en el agua cayó una tormenta de ponerse el cielo negro del todo, que daba miedo, pero en la piscina estaba tan a gusto. Como seguía cayendo aprovechamos para comer en el propio hotel, un poquito más caro de lo normal pero sin ser exagerado. La pizza estaba riquísima. Luego nos echamos una breve siesta antes de seguir recorrido.
El primer templo de la tarde nos reservaba la agradable sorpresa de que se podía subir a la parte superior. Claro, luego nos vimos un poco obligados a comprarle uno de los cuadros de arena que vendía, pero fue realmente amable y nada pesado.


Seguimos nuestro recorrido por los templos hasta que se iba acercando el atardecer. Para verle tenía anotado el Pyathada, en medio de la nada, y aunque cuando llegamos había bastante gente, nada que ver con el día anterior. Como además aquí la terraza es muy amplia admite un montón de visitantes. Nos encontramos con una excursión de chavales que no pararon de hacerse fotos con Adela, todo simpáticos.




La tarde estaba bastante nublada, así que no nos quedamos hasta el final de la puesta de sol, ya que no la íbamos a ver entera. Además habíamos quedado a las siete en el masaje, y andábamos justos de tiempo. Así fue, entre que al salir de la pagoda los caminos eran de arena y teníamos que ir con cuidado, y que fuimos al hotel a darnos una ducha rápida para no aparecer con todo el polvo del día encima, llegamos a las siete y dos minutos. Al vernos llegar los chicos nos dicen que está cerrado. Yo no daba crédito. Pero si ayer vinimos y nos dijisteis que hoy a las siete, que cerrabais a las ocho… No, pues está cerrado. Para lo bueno y para lo malo, se nota que esta gente está a años luz del trato al turista. Así que nos fuimos al hotel de nuevo a descansar hasta la hora de la cena, que repetimos en el sitio del primer día, el Weather Spoons que tanto nos había gustado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario