Como había estado más veces en Japón no tenía mayor interés en hacer demasiadas visitas en Tokyo. Vamos, que no es que no tuviera interés en hacer visitas, y tampoco voy a decir que ya conozco todo, pero me apetecía más otro plan, que era el de hacer compras.
Me desperté bastante pronto, así que después de desayunar en el hotel, me acerqué al parque de Ueno, ya que el hotel estaba allí mismo. A las siete y cuarto ya estaba dando vueltas por allí, mientras hacía tiempo a que abrieran las tiendas.
Quería ir a una tienda de material fotográfico de segunda mano que se llama Fujiya, que está en la zona de Nakano, pero hasta las diez no abrían. Así que mirando en google maps qué podía haber por los alrededores, vi que en el centro comercial de Nakano Broadway había un Daisho, una tienda de todo a yen, y ahí me entretuve comprando alguna cosa para regalar.
Ya se había hecho la hora de ir a la tienda, donde finalmente compré un par de objetivos.
Otro que tenía en mente no se pudo lograr, así que me acerqué a la zona de Shinjuku, donde tenía fichadas otro par de tiendas, pero con el mismo resultado. Ya que estaba por Shinjuku me acerqué a cambiar dinero al famoso Ninja Exchange. Conocía su antiguo local en Akihabara, pero en este no había estado.
Desde aquí me acerqué a Harajuku, sobre todo para entrar en el famoso Daisho, pero ya no es lo que era, donde compraba todos los regalos para la familia. Como ya se había hecho la hora de comer, me apreté un arroz con curry en un Yoshinoya que hay allí mismo.
Luego me fui a un Uniqlo allí al lado, a comprar algo de ropa, ya que vi que iba a andar algo justo con las camisetas que había llevado. Y por fin me acerqué a la gigantesca estación de Tokyo, para comprar el pase de Ise-Wakayama-Kumano, que lo podía coger allí. Después de encontrar la oficina de tickets, a la chica que me atendió le sonaba a chino, pero después de algunas comprobaciones, me lo acabó dando. Una cosa menos que tenía que hacer en Nagoya, donde iría algo más justo de tiempo. Junto con el ticket del Skyliner, el tren que te lleva desde el aeropuerto de Narita a Tokyo, había cogido un bono de 48 horas de metro, y lo estaba amortizando a base de bien.
Y sin apenas descanso me fui a Asakusa, a ver el Sensoji iluminado de noche. Pensaba que estaría prácticamente solo, al estar ya las tiendas cerradas, pero al igual que a mí, se le había ocurrido la misma idea a un montón de gente. No obstante pude estar a gusto haciendo las fotos que quería.
Ya solo quedaba volver al hotel a descansar prontito, que al día siguiente me tocaba un buen madrugón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario