Como suele
suceder en este tipo de viajes largos, la paliza con la que llegamos a Male, la
capital de Maldivas, después de tres horas de escala en Dubai, es considerable.
Apenas dormí más que una cabezada en el avión, así que todo el día zombi. Tras
llegar al barco, muy chulo, nos citan a las 12:00 para comer. Aquí el horario
se rige bastante por el sol, me temo que nos van a hacer madrugar… Tenemos el
tiempo justo para deshacer las maletas, ordenar los equipos de buceo y
tumbarnos media hora. La comida es tipo buffet, cada uno se sirve lo que quiere
(de lo que hay). Hoy ha tocado de primero arroz o fideua, patatas al curry,
ensalada y trozos de pizza. A continuación nos vuelven a citar a las 13:30 para
el briefing, la charla donde te explican el funcionamiento del barco, las
normas, y cómo van a ir las inmersiones. Maldivas tiene 1196 islas, repartidas
en 26 atolones, y nosotros nos vamos a mover en la zona central.
Mientras
estamos haciendo el briefing nos llevamos un susto cuando un barco casi nos
embiste… El patrón debía estar echando la siesta y ni con las voces del
marinero de proa se despertaba. Nosotros que vemos que viene contra nosotros,
no tuerce, no tuerce… Y al final el chaval sale corriendo hacia arriba, avisa
al otro que da marcha atrás a toda máquina y si bien no evita el toque,
solamente sufre la barandilla de madera, que se descuajeringa un poquito… De no
ser por eso, ni nos enteramos.
A continuación,
por fin, el primer buceo, lo que llaman el check dive, donde te ven qué tal
vas. El sitio se llama Kurumba Reef, y como su nombre indica es un arrecife con
bastante vida. Para mí no deja de ser una inmersión de toma de contacto con el
flash que estreno: ensayo, prueba, error…
Aun así vemos
nuestra primera raya, aunque de lejos y no pude hacer la foto. Tenía un tamaño
más que curioso. También vemos una pareja de atunes bastante grandes. El resto,
la típica vida de arrecife, con sus morenas, sus sweet lips…
En el barco,
el Southern Cross, tenemos la base, y de allí nos movemos en un dhoni, la
típica embarcación local, hacia las zonas de buceo. Tras 45 minutos de
inmersión, de vuelta al barco, a endulzar los equipos, ducharnos y pasar el
resto de la tarde.
La mayor parte
de la gente se ha echado la siesta, yo no, aguantando para dormir del tirón por
la noche. La cena, parecida a la comida: arroz y pasta, a las 19:30.
Y tas una
breve tertulia sobremesa donde nos ponen internet, a dormir, que mañana nos levantan
a las 6…
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