Esta vez son
más generosos y nos despiertan más tarde que el día anterior. Un cuarto de
hora. O sea, a las 6:15 arriba. Pequeño piscolabis y al agua. Fish Head es otra
tila. En esta ocasión hay un poquito de corriente, entonces el capitán del
dhoni nos deja un poco más alejados para que cuando la corriente nos arrastre
nos deje en el punto exacto. La verdad es que la clava, porque al bajar vamos a
dar al sitio. Mientras vamos a favor de corriente la cosa va bien. Pero cuando
vamos contracorriente y toca aletear se te va la botella en un suspiro. En esta
inmersión vemos nuestros… Primeros tiburones!!! Son tiburones grises, tres,
dando vueltas por la zona donde estamos. La verdad es que no he sentido nervios
en ningún momento, ellos a lo suyo y nosotros a lo nuestro. No se han acercado
ni a curiosear. También había algún carángido, atunes y mucha vida de pez
pequeño. Ha sido una inmersión bastante bonita.
Después,
obviamente, el segundo desayuno. Mientras desayunamos están cargando de aire
las botellas para la siguiente inmersión, y nada más acabar salimos para el
siguiente punto, donde llegaremos sobre las 11:30.
La segunda
inmersión la hacemos en un punto llamado Panettone. Está situado en la parte
exterior del atolón de Ari, y es un punto donde suelen ir las mantas a que las
limpien. Aprovechan que se juntan dos corrientes, la que sale del atolón y la
oceánica. Pero en esta ocasión no hay suerte. La corriente no sale del atolón,
sino que entra, así que nos quedamos sin ver a las mantas. No obstante es una
inmersión muy chula, no estamos a demasiada profundidad, con lo que entra más
la luz, y hay muchísima vida, peces pequeños y alguno un poco más grande.
También vemos un tiburón de punta blanca (ojo, no es un tiburón blanco), un par
de napoleones, uno de ellos enorme. Como no estamos muy profundos la inmersión
se nos alarga hasta una hora. La parte superior del arrecife está a seis
metros, y mientras aprovechamos a hacer la parada de seguridad vemos todos los
corales mesa que hay por allí, que está lleno. En resumen, una muy buena
inmersión, pese a no haber visto las mantas. A la vuelta al barco, directamente
a comer, que ya es la una.
Seguimos con lo mismo: pasta, arroz, pizza, pero hoy
me he atrevido con un poco de pescado. También hay verdura al curry, pero
digamos que el curry está simpático… Vamos, que pica la leche.
Por la tarde
abandonamos los planes previos (que no sé muy bien cuales iban a ser) y deciden
que vayamos a un manta point de verdad. El anterior debía ser un punto de paso,
más que una estación de limpieza. Ahora sí que debe haber más posibilidades de
verlos. Así que nos ponemos en marcha para una hora y media de navegación.
A las 14:30,
después de un rato de relax, briefing otra vez. Nos explican cómo acercarnos a
las mantas, siempre desde abajo, nunca desde el lateral o desde arriba porque
si no se asustan y se van… A las 15:00, al agua. A pesar de que no vemos
ninguna manta, hasta el momento esta es la inmersión que más me ha gustado. Muy
cómoda, sin hacer esfuerzo, te dejas arrastrar por la corriente. Vemos muchas
muchas morenas, de dos o tres tipos, en los agujeros y danzando por ahí.
También vemos una tortuga, peces león, y muchísima vida pequeña, un montón de
peces de colores de todo tipo. Ya digo, muy contento.
A la vuelta al
barco sobre las cinco menos cuarto, hay posibilidad de acercarnos a una isla, a
cinco minutos, a dar una vuelta por la playa. Se van casi todos, pero a mí no
me apetece solanera y me quedo en el barco. Aprovecho para hacer fotolibro,
copiar las fotos en el portátil, leer un rato, actualizar el blog…
Cuando llega
la gente de la isla se monta la discoteca, con la música a toda leche, hasta
las 20:00 que se hace la hora de la cena. Y poco más da el día, que ya está
bien. El briefing, otro ratito de leer y hasta mañana…
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