19 febrero 2023

20-08-22. Primer día en Chiang Mai. Actividad de los elefantes.

 

Este día tocaba la actividad de los elefantes, la cual habíamos reservado previamente con una de las empresas más recomendadas, Elephant Nature Park. Los comentarios decían que había que reservar con bastante antelación, porque se ocupaban las plazas enseguida, pero lo cierto es que lo cogimos con 15 días escasos, y todavía quedaban huecos. Creemos que serían efectos secundarios de la pandemia.

Nos pasaron a buscar media hora tarde, que yo ya estaba nerviosito perdido, pero bueno, por fin llegaron. Nos pasamos a recoger al resto de gente que haría la actividad con nosotros, en total éramos cinco personas, y luego nos acercamos a las oficinas para pagar lo que faltaba. A partir de aquí, unas dos horas en carretera hasta llegar a la ubicación. Primero estuvimos en una especie de porche, con unos canastos llenos de fruta, que íbamos dando a los elefantes (3 en nuestro caso) para que fueran comiendo.



Una vez que se terminó la fruta nos dieron unas bolsas de tela llenas de plátanos para que no pusiéramos en camino. Les íbamos dando los plátanos a los elefantes y ellos nos seguían. Como no paraba de recordarnos el guía: No comida, no amigo. Al cabo de una media hora llegamos a la finca donde vivían los elefantes, y allí nos sentamos a comer una rica comida casera. Como había leído en varios diarios, de la mejor que comimos en todo el viaje.



Después de comer los elefantes se bañaron en una piscina/charca que tenían allí mismo. La gente que quiso se bañó con los elefantes. Yo no. Luego nos trajeron arroz cocido que teníamos que mezclar con otros ingredientes, hacer unas bolas y dárselo de comer a los elefantes. La sensación de meter la mano en la boca del animal era muy curiosa.

Finalmente salieron a comer ramas de palmera que les habían preparado en una pradera. Con esto terminó la actividad. Como consejo, hay que ir con ropa que no te importe que se manche, pues yo fui con una camiseta blanca y las manchas de babas del elefante no he conseguido quitarlas a día de hoy.



De vuelta al hotel nos dirigimos al mercadillo nocturno que se monta los sábados. Primero pasamos a reservar unos masajes para el día siguiente, en el Lila Thai Massage (luego vimos que hay como cuatro o cinco establecimientos de esta cadena por toda la ciudad) y luego ya recorrimos el mercado con toda la tranquilidad. Este mercado está cerca del templo de los plateros, el Wat Sri Suphan, así que no pegamos una buena pateada para llegar hasta allá. Es una calle bastante estrecha, y en la mayoría de los puestos venden las mismas cosas, pero nos resultó interesante. Igualmente volvimos andando para irnos acostumbrando para el día siguiente, que nos tocaba recorrer la ciudad visitando sus templos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario