Este día tocaba la actividad de
los elefantes, la cual habíamos reservado previamente con una de las empresas
más recomendadas, Elephant Nature Park. Los comentarios decían que había que
reservar con bastante antelación, porque se ocupaban las plazas enseguida, pero
lo cierto es que lo cogimos con 15 días escasos, y todavía quedaban huecos.
Creemos que serían efectos secundarios de la pandemia.
Nos pasaron a buscar media hora
tarde, que yo ya estaba nerviosito perdido, pero bueno, por fin llegaron. Nos
pasamos a recoger al resto de gente que haría la actividad con nosotros, en
total éramos cinco personas, y luego nos acercamos a las oficinas para pagar lo
que faltaba. A partir de aquí, unas dos horas en carretera hasta llegar a la
ubicación. Primero estuvimos en una especie de porche, con unos canastos llenos
de fruta, que íbamos dando a los elefantes (3 en nuestro caso) para que fueran
comiendo.
Después de comer los elefantes se bañaron en una piscina/charca que tenían allí mismo. La gente que quiso se bañó con los elefantes. Yo no. Luego nos trajeron arroz cocido que teníamos que mezclar con otros ingredientes, hacer unas bolas y dárselo de comer a los elefantes. La sensación de meter la mano en la boca del animal era muy curiosa.
Finalmente salieron a comer ramas de palmera que les habían preparado en una pradera. Con esto terminó la actividad. Como consejo, hay que ir con ropa que no te importe que se manche, pues yo fui con una camiseta blanca y las manchas de babas del elefante no he conseguido quitarlas a día de hoy.
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