Aunque nos saliera un poco más
caro decidimos hacer la ruta de hoy en coche para tener aire acondicionado, ya
que como los traslados iban a ser más largos y hacía bastante calor, nos venía
mejor que el tuk tuk.
El itinerario previsto, sacado
de los foros de Los Viajeros, era el siguiente:
1. Banteay
Srei.
2. Banteay
Samré
3. Pre Rup
4. Mebon
Oriental
5. Ta Som
6. Neak
Poun
7. Preah
Khan
El motivo era, en teoría, ir al
más alejado primero, y al que supuestamente podría tener más afluencia, para luego
irnos acercando. Después de pactar el itinerario con el conductor el día
anterior, y darnos el ok, vemos que el primer sitio donde nos para es el Pre
Rup.
Lo veo un poco de mala gana (la verdad es que es uno de los menos llamativos) y al llegar por fin al Banteay Srei, un poco agobiado por la cantidad de gente que ya nos íbamos a encontrar, le canté las cuarenta al conductor, diciendo que si se queda en una cosa, no tiene por qué alterarlo por su conveniencia sin consultar. Mi argumento de la masificación quedó un poco absurdo cuando en el parking nos encontramos un coche y un autobús con ocho personas.
Ya un poco más tranquilo nos dedicamos a ver el templo, que tiene unos trabajos de filigrana en la piedra alucinantes, posiblemente los más finos de todo el viaje.
En este templo (como en casi todos los de Angkor) se entra por un sitio y se sale por otro. A la salida pasamos por las consabidas tiendas, donde cayeron las primeras compras del viaje, poniendo en marcha nuestras ancestrales técnicas de regateo que tan escasos éxitos nos han proporcionado.
De nuevo en marcha nos dirigimos al Banteay Samré, más grandioso pero no tan fino como el anterior.
El siguiente fue el Mebon oriental, un templo tipo montaña con sus característicos elefantes en las esquinas.
El Ta Som es otro de los imprescindibles, con sus emblemáticas caras y sus árboles invadiendo la roca.
Muy cerca queda el Neak Poun, sin demasiado interés bajo mi punto de vista, pero curioso por tener un estanque con el edificio en medio. Aquí nos encontramos con un grupo que estaba haciendo meditación en unas esterillas.
Y por último nos acercamos al Preah Khan, que también tiene bonitas tallas.
Hay que comentar que el circuito largo se llama así porque se va más lejos, no porque se tarde más en recorrerlo. Al contrario, el circuito corto que haríamos el día siguiente nos dejó bastante más agotados. Menos mal que entre templo y templo siempre nos esperaba una botella de agua fresquita.
Una vez en el hotel nos dio
tiempo a una pequeña siesta reparadora, y de nuevo en marcha a Siem Reap, que
teníamos que aprovechar para hacer un montón de compras de las tiendas que
vimos el día anterior. También nos dimos un pequeño masaje en los pies, 5$ por
persona antes de terminar el día cenando pollo con piña.
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