Este día en principio iba a ser
un día bastante perdido. No encontré más alternativa para ir a Chiang Mai que mediante
una escala de cinco horas y media en el aeropuerto de Bangkok. Como el vuelo de
salida de Camboya le teníamos a las 12 del mediodía, tampoco teníamos margen
para hacer ninguna actividad antes de salir. Así que aprovechamos para levantarnos
con calma y saldar las deudas de las excursiones y el masaje con el hotel.
Luego los trámites de salida
típicos, sin más incidencia, y la larga espera en el aeropuerto.
Al llegar a Chiang Mai nos
cogimos un taxi para llegar al hotel, y aunque yo estaba cansado del día, Adela
me convenció para salir a ver el mercadillo nocturno. Lo mejor que pudimos
hacer. Acabamos cenando en una especie de patio con música en directo, con un
montón de puestos de comida alrededor, saboreando nuestro primero pad thai. Y
aunque nos cayó una pequeña tromba de agua, aprovechamos para hacer las
primeras compras de recuerdos en Chiang Mai.
No hay comentarios:
Publicar un comentario