El plan de buceo viene a ser una repetición
del de ayer. Me pasan a buscar a las ocho de la mañana (aunque llegan a las
ocho y veinte, que ya estaba yo nerviosito) y vamos en furgoneta a coger una
embarcación local. Salimos del mismo pueblo donde estamos alojados. Hoy vamos
un señor de Serbia (o por ahí), una pareja alemana que está en su luna de miel.
No creo que tardara un minuto en llegar. Y el recorrido en barco igualmente es
más corto. La primera inmersión la hacemos en dos peñascos que hay cercanos a
la costa. No está mal, pero hay no muy buena visibilidad. Eso sí, vemos una
gamba mantis, cinco tiburones por encima de nosotros y mucha vida. También hay
algo de corriente.
Cuando salimos la chica alemana se marea y
decide no hacer la segunda inmersión. Ellos han tardado cuatro días en llegar
desde Kuala Lumpur por el volcán. Tras esperar la hora de rigor en superficie,
al agua otra vez. Pasamos por un agujero muy chulo y vemos una tortuga, pero
hay bastante corriente y no me puedo parar a hacerla fotos. También vemos una
pequeña gruta donde están las crías de los tiburones. La inmersión no está mal
pero tampoco hay muy buena visibilidad.
Como llegamos pronto al centro de buceo,
comemos directamente enfrente, tras un pequeño baño en la piscina para
quitarnos la sal. De vuelta al hotel, la pequeña siesta de rigor mientras
espero que llegue Adela de su excursión, cosa que hace sobre las cinco y media.
Me cuenta qué tal su día, la cooperativa de madera que ha visto, las cosas que
le ha ido contando el guía, las compritas que ha hecho… Llega bastante cansada
de todas las tiendas en las que ha entrado, un poco aturullada. Así que
mientras ella descansa, hoy el masaje me toca a mí, que por menos de diez euros
estoy una hora. La verdad es que la chica se ha empleado a fondo y salgo nuevo.
Así que nos acercamos al pueblo a ver qué mercamos, que mañana es fiesta aquí y
nos han dicho que estarán las tiendas cerradas. De camino vamos viendo toda la
decoración que tienen preparada para mañana.
Compramos varias cosas, todas bonitas y baratas. Y muy ponibles. Como ya se nos hace tarde y no tengo ganas de decidir, vamos directamente a cenar al mismo sitio que ayer, que nos gustó. Siguen con la música en directo, y hay tanta animación que Adela se anima a salir a bailar. Yo no. Y sin más, al hotel a descansar.
Compramos varias cosas, todas bonitas y baratas. Y muy ponibles. Como ya se nos hace tarde y no tengo ganas de decidir, vamos directamente a cenar al mismo sitio que ayer, que nos gustó. Siguen con la música en directo, y hay tanta animación que Adela se anima a salir a bailar. Yo no. Y sin más, al hotel a descansar.
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